"Dime
que no me has pensado, que al cerrar los ojos no te acordaste de mi.
Que toda esta inquietud no es porque tu sangre me llama y me alborotas
las ganas. Que a penas te digo adiós, tu mente no me retiene, ni tus
manos al tocarte me nombran. Que esta inquietud de mi alma es sólo el
corazón desesperado buscándote y no tus latidos nombrándome.
Dime que hallas otros ojos y olvidas los míos, que mis
deseos no se esconden bajo tu piel. Que mis ganas de tenerte en mis
sábanas una noche sin fin, no son producto de tu sexo entre el mio.
Dime que no piensas en mi, que no me miras en cada esquina, que no
declamas en la oscuridad mi nombre, que estas ganas de salir corriendo
me las he inventado yo, que no tienen que ver contigo.
Que me estoy
volviendo loca. Que si no te pienso, medio respiro. Que no me
inventaste extranjera para luego conocerme sobre tu cuerpo.
Dime que
no me piensas a solas, que me olvidas fácil, porque si no me dices a
todo esto si, dejaré de andar corriendo y me quedaré contigo."
-Lúdica, Mercedes Reyes Arteaga

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