El amor no debe pedir -continuó-, ni exigir tampoco. Ha de tener la fuerza de llegar en sí mismo a la certeza. Y entonces atrae ya en lugar de ser atraído. Sinclair, su amor ahora es atraído por mí, cuando llegue a atraerme, entonces acudiré. No quiero ser un regalo, quiero ser ganada.
-Demian, Hermann Hesse
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